Una bomba dosificadora confiable hace maravillas cuando se trata de viajar cómodamente con tus productos de cuidado de la piel. Ya sea un viaje rápido a la playa o un vuelo internacional, una bomba dosificadora es imprescindible. Te permite evitar llevar el envase original grande de la loción. Para aprovechar al máximo tu bomba durante los viajes, aquí tienes algunas sugerencias.
El primer paso para tener una experiencia sin complicaciones de viaje es encontrar la bomba adecuada para sus estándares. Considere la duración de su viaje al buscar una bomba. Para viajes más largos, podría considerar obtener una bomba con una cabeza más grande y un cuerpo más resistente para evitar colapsos. Si el viaje es más corto, busque una bomba que tenga una cabeza ergonómica para una experiencia de uso más cómoda. Si su viaje es en avión, considere el tamaño líquido de su bomba según las regulaciones aéreas. Para la mayoría, el tamaño adecuado oscila entre 50 y 100 ml. Lo más ideal es 50 ml. 100 ml está por encima del límite permitido en la revisión de regulaciones aéreas.

Limpiar y secar completamente la botella antes de llenarla evita derrames desordenados y es fundamental para mantener el producto intacto. Retire cualquier residuo del uso anterior y limpie la botella con agua tibia. Es mejor secar completamente la botella para evitar que el agua diluya la loción o cause crecimiento bacteriano.
Deje suficiente espacio en la parte superior del frasco para permitir la circulación de aire y evitar derrames cuando se presione la bomba. No llene demasiado el frasco. Si queda producto en la parte superior, es posible que la bomba no dispensa adecuadamente cuando la loción sea más espesa. Antes de llenarlo, presione suavemente la bomba para verificar si queda producto. Una vez lleno el frasco, accione la bomba varias veces para comprobar si se dispensa la cantidad adecuada de loción y si la tapa funciona correctamente.
No hay mucho que hacer con el frasco dosificador de loción; el mejor truco para viajar es evitar que ocupe mucho espacio en la bolsa de viaje. Mantenga siempre el frasco en posición vertical, utilizando una bolsa de aseo con divisiones o un estuche pequeño para mantenerlo separado del resto de sus pertenencias. Esto mantiene sus artículos limpios y evita que la bomba se active accidentalmente.
Dispense tanta loción como necesite, ya que presiones más cortas son suficientes para las manos o la cara y presiones más largas son más adecuadas para el cuerpo. Si viaja a un destino con cambios extremos de temperatura, mantenga el frasco alejado de la luz solar directa o temperaturas muy altas, ya que esto podría afectar la consistencia de su loción.
Los frascos con bomba dosificadora reducen drásticamente los residuos de plástico de un solo uso, ya que son muy sostenibles al poder usarse múltiples veces. Una vez que haya terminado completamente un producto, enjuague la bomba con agua tibia y una cantidad muy pequeña de jabón suave para platos. Use un cepillo pequeño para asegurarse de que la bomba quede completamente limpia de residuos.
Antes de volver a llenarlo para su próximo viaje, asegúrese de que el frasco esté completamente seco al aire. No usar una bomba plástica de un solo uso contribuye a prácticas ecológicas en su destino y, con el debido cuidado, puede convertirse en un compañero de viaje duradero.