Si deseas un aspecto hermoso y natural, como si acabaras de sonrojarte, ¡te encantará el rubor líquido! Elegir el tono adecuado es importante, pero para lograr realmente un acabado natural, también debes dominar la aplicación del rubor líquido. Especialmente, para poder transformar una aplicación de rubor líquido que literalmente parece un "desastre rayado" en un brillo hermoso, fresco y natural. Así que veamos cómo dominar la aplicación del rubor líquido para un look sin maquillaje.
Antes de tomar tu rubor líquido, asegúrate de que tu piel esté lista. Comienza con una cara limpia y bien hidratada, porque la piel hidratada facilita la difuminación del rubor y ayuda a que dure todo el día. Si vas a usar una prebase, asegúrate de que sea ligera y no grasa, ya que esto ayuda a controlar el deslizamiento del rubor. Evita cremas faciales pesadas antes de aplicar el rubor, ya que se mezclarán con este y harán que quede irregular. Preparar la piel es sentar las bases, y sin ello incluso el mejor rubor líquido no se verá natural.

Usar demasiado rubor líquido es un error común. La mayoría de los frascos de rubor líquido están diseñados para un uso controlado y necesitan solo un pequeño punto, aproximadamente del tamaño de la cabeza de un alfiler, para cada mejilla. Es mejor empezar con menos cantidad. Es mucho más fácil añadir más rubor después que lidiar con una concentración excesiva. Tener demasiado rubor dificulta su difuminado y hace que el aspecto se vea pesado y poco refinado. Es mucho más sencillo añadir que quitar, así que comienza con una cantidad pequeña de rubor líquido.
El rubor líquido se seca rápidamente, lo que significa que, una vez que sacas el producto del frasco, debes aplicarlo inmediatamente. Tus dedos son la mejor herramienta para difuminar en esta situación. Calientan ligeramente el producto, lo que ayuda a que se mezcle mejor en tu piel. Aplica el producto suavemente en los mofletes y sube hacia las sienes con un movimiento circular. Si prefieres usar un pincel, lo mejor es uno sintético denso. Asegúrate de eliminar el exceso y reduce la presión para dejar que el pincel haga el trabajo, logrando un color suave y natural.
Los diferentes tipos de piel manejan el rubor líquido de distintas formas, así que realiza ajustes según tu tipo de piel. Para pieles secas, rocía un poco de agua termal sobre tus dedos antes de difuminar. Esto hidrata más la piel y ayuda a que el rubor no se acumule en las zonas resecas. Los tipos de piel grasa deben retirar el exceso de grasa con una ligera presión y luego aplicar una base mate debajo del área del rubor para mantenerlo en su lugar. Con piel mixta, difumina más en los bordes de la zona T, donde tiende a acumularse el sebo, y mantén las manzanas de las mejillas un poco más pigmentadas para equilibrar el aspecto.
Cuidar tu rubor líquido también significa cuidar el frasco. Después de usarlo, toma una toalla limpia y limpia la boquilla o abertura para eliminar cualquier producto en exceso. Esto ayuda a evitar obstrucciones y mantiene la fórmula fresca. Guarda el frasco lejos del calor y la luz solar directa; el calor y el sol estropearán la fórmula y también pueden cambiar su color. Si tu frasco tiene una tapa con sellado, tu último paso debe ser asegurarla bien. Esto evitará que el producto se seque. Un frasco de rubor líquido bien mantenido siempre te dará el mejor resultado.
¿Quieres llevar tu rubor líquido al siguiente nivel? Añade una pequeña cantidad de iluminador líquido al rubor en tu muñeca antes de aplicarlo. La mezcla aportará un brillo muy natural. Para un día de maquillaje natural, añade una pequeña cantidad de rubor en la punta de la nariz y en el arco de cupido para lograr un aspecto sonrojado natural. No entres en pánico si te has pasado. Con una esponja, añade un poco de crema hidratante o base y difumina suavemente sobre la zona. Esto eliminará el exceso de rubor sin borrarlo por completo.